Comunicado de prensa del sindicato GMB, Reino Unido, Gran Bretaña: Expulsar Fyffes de ETI

Comunicado de prensa del sindicato GMB, Reino Unido, Gran Bretaña: Expulsar Fyffes de ETI

11 de febrero 2016

Fyffes debe ser expulsada de la Iniciativa de Comercio Ético por el abuso de los trabajadores en las plantaciones de frutas tropicales de América Central.

14 mujeres que trabajan en Honduras fueron hospitalizadas en diciembre después de haber sido envenenadas por los productos químicos nocivos que se vieron obligadas a manejar sin ningún equipo de protección personal, dice GMB.

GMB está llamando a que Fyffes, la empresa multinacional irlandesa de frutas, sea expulsado de la Iniciativa de Comercio Ético a causa de violaciónes sostenidas y repetidas de los derechos humanos en sus plantaciones en las repúblicas de Honduras y Costa Rica en América Central.

La Iniciativa de Comercio Ético es un foro de múltiples partes interesadas que comprende de empresas, sindicatos y ONG y promueve los derechos de los trabajadores en todo el mundo. Está financiado por el Gobierno británico.

Se espera que las empresas dentro del foro Iniciativa de Comercio Ético se guíen por los códigos de conducta internacionalmente reconocidas de trabajo, así como el derecho y las orientaciones internacionales. GMB es claro que Fyffes no está haciendo esto y por lo tanto debería de ser expulsado del foro.

Bert Schouwenburg, Oficial de asuntos Internacionales de GMB, dijo: “Fyffes es un empleador terrible que no se preocupa por sus trabajadores que laboran en un clima con temperaturas de ebullición para producir las frutas que aportan las ganancias a la compañía. No tiene respeto por las leyes nacionales o internacionales que determinan los derechos de los trabajadores, y debe ser llevado ante la justicia.”

De acuerdo con el sitio web de Fyffes, su producción es “… realizado bajo las condiciones de trabajo más seguras, siguiendo las prácticas de trabajo más justo y con el mínimo de impacto ambiental.” Afirma que el código básico de ETI (que garantiza la libertad de asociación y negociación colectiva) se incorpora en el código de conducta empresarial y que su producción de frutas es certificada por Fairtrade International.

En un marcado contraste con las reivindicaciones de Fyffes, 14 mujeres que trabajan en las plantaciones de melón de su subsidiaria SURAGROH en Honduras hicieron la experiencia de ser hospitalizadas en diciembre después de haber sido envenenadas por los productos químicos nocivos que se vieron obligadas a manejar sin ningún equipo de protección personal.

Los trabajadores denuncian que la empresa no cumple con sus obligaciones legales en materia de salario mínimo, pago de horas extraordinarias ni días festivos y tampoco el pago doble los domingos. Las cuotas de la seguridad social se deducen del pago, pero no se transfieren al seguro social nacional, privando así a los empleados del acceso al sistema de salud o recibir los beneficios que les corresponden.

La compañía también cobra ilegalmente a los trabajadores para su transporte a los campos, y cuando formaron una sub-seccional del sindicato de trabajadores agrícolas STAS a finales de enero de 2016, cuatro miembros del nuevo Ejecutivo fueron secuestrados, amenazados e incomunicado por un día hasta que renunciaron al sindicato.

En Costa Rica, la empresa de piña Anexco propiedad de Fyffes se ha embarcado en una purga de los miembros del sindicato SINTRAPEM en sus granjas y 12 de ellos están demandando a la empresa ante el  tribunal. Ramón Barrantes, secretario general de la federación de sindicatos bananeros de Costa, COSIBA-CR, declaró que “esta transnacional (Fyffes) no tiene cultura de diálogo social, ni respeto por nuestras leyes; nos enfrentamos a un monstruo que viola los derechos humanos de los trabajadores.” Cuando se le preguntó acerca de su comportamiento, la gerencia de Fyffes en Dublín y el Reino Unido se limitó a decir que prefieren que los asuntos sean tratados a nivel local.

Si la Iniciativa de Comercio Ético no toma medidas contra Fyffes dado este terrible historial, confirmará las sospechas de que es poco más que una tertulia charlatanera que no merece el apoyo de los contribuyentes del Reino Unido. Fyffes debería de ser expulsado a lo inmediato.”

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