La Confederación Sindical de las Américas (CSA) junto a sus afiliadas y las/os millones de trabajadoras/es que están en ella representadas/os, envía un saludo solidario y clasista a las/ostrabajadoras/es de la región y del mundo en este 1ero de mayo
Enfrentamos un momento complejo y convulsionado. La prolongada crisis del capitalismo, en casi una década ha ocasionado y profundizado problemas estructurales de pobreza y exclusión, aumentado el desempleo y la precariedad en el trabajo y se han agudizado otros problemas sociales y medio ambientales. Las reacciones de los sectores dominantes económicos y políticos ha sido una vuelta a la radicalidad de los ajustes neoliberales, acompañados de una agenda conservadora desde el punto de vista político caracterizada por el autoritarismo, racismo, la xenofobia y el machismo. La guerra nuevamente sopla como instrumento amenazador en varias regiones del mundo.
Desde hace más de un año asistimos a un ataque de las conquistas de las/os trabajadoras/es que apenas se lograron recuperar en algunos países, por la vía de la presión y la movilización popular que condujo a la adopción de políticas públicas más incluyentes. En Argentina, Perú, Colombia, México y otros países de la región los gobiernos conservadores, algunos ni siquiera electos democráticamente como el de Brasil, están atacando de manera brutal los derechos laborales, la protección social, los salarios y las garantías para la negociación colectiva, lo que ha acelerado los niveles de pobreza y exclusión.
La vuelta a la agenda neoliberal, con el recetario de las privatizaciones, la apertura comercial indiscriminada y el favorecimiento de la acción de las empresas multinacionales y otras empresas, no ha demostrado resultados que permitan superar los problemas de nuestros países. Para el sindicalismo de las Américas está comprobada la ineficacia de estas recetas, no solo porque en la región y en el mundo ya está suficientemente probado por la experiencia del pasado, sino además porque el momento que vive el capitalismo depredador y financierizado no contempla ninguna garantía social o ambiental y por el contrario busca cada vez más la máxima ganancia y la concentración de la riqueza, sin importar los costos.
La democracia está siendo la principal victima de ésta agenda conservadora. Allí donde funciona medianamente la democracia representativa, asistimos a una acción donde los poderes facticos del capital, con fuerte influencia de la media concentrada y conservadora, han bloqueado la acción de los poderes públicos, sea éste ejecutivo, judicial o legislativo, impidiendo la acción de gobierno en favor de los intereses de la mayoría. Algunas veces se han servido de estos poderes para golpear a la democracia formal, como el caso del golpe parlamentario en Brasil.
Desde la CSA consideramos que el sindicalismo no puede quedar paralizado o actuar de manera defensiva para perder menos. Es necesario pasar a la ofensiva, utilizar los instrumentos de lucha históricos, como la movilización y la huelga, para frenar la ofensiva del capital. Actuar en todos los ámbitos para hacer valer el papel del sindicato, disputar frente a los gobiernos, los patronos y otras instancias de poder, para mantener y ampliar la agenda de derechos. Especialmente actuar para enfrentar la criminalización de las luchas de las/os trabajadoras/es y la estigmatización de los sindicatos.
En nuestra región diferentes países viven una situación de creciente conflictividad y confrontaciones, producto de la agudización de los problemas sociales y el aumento de las demandas de los pueblos. Expresamos nuestra preocupación sobre el peligroso conflicto que atraviesa Venezuela, frente al cual el sindicalismo de las Américas se solidariza con el pueblo y las/os trabajadoras/es venezolanas/os, abogando por el respeto de sus derechos y por una salida pacífica, democrática y constitucional de la actual crisis.
Al llamar a la movilización del movimiento sindical la CSA reivindica que la pauta de lucha de los sindicatos a nivel nacional debe incorporar, necesariamente, el enfrentamiento al neoliberalismo y sus instrumentos, los tratados de libre comercio e inversión y el papel de las empresas multinacionales, como beneficiarias de la agenda neoliberal. Igualmente la defensa de la democracia frente a la agresiva y conservadora agenda de los factores de poder, reivindicando la integración y la soberanía de nuestros pueblos como camino necesario a la construcción de una agenda alternativa con garantía de los derechos, democracia y sustentabilidad social y ambiental.
Igualmente la CSA ratifica su compromiso de impulsar la “Jornada Continental por la Democracia y Contra el Neoliberalismo” junto a sus organizaciones afiliadas y los movimientos sociales aliados, para enfrentar en unidad y movilización de los pueblos a quienes son los principales beneficiarios de la agenda conservadora y neoliberal.
FUENTE: http://csa-csi.org/NormalMultiItem.asp?pageid=11637