Doña María Damas, es una señora de 63 años que tiene prácticamente una vida trabajando en las distintas empresas meloneras de Fyffes en Honduras, donde con una cara triste y unos ojos decaídos, expreso que trabajar en esta empresas por más de 25 años continuos, no le ha traído ningún beneficio, de hecho, ha sido todo lo contrario ya que trabajando para estas empresas, bajo ese extenuante sol que caracteriza a la zona sur de Honduras, donde las temperaturas llegan fácilmente a 45 grados centígrados, ha sido víctima de muchas enfermedades que se ha tenido que curar con remedios caseros y otras porque “Dios es Grande” (expreso suspirando hondo).
María Damas vive en aldea la Permuta, tiene una casita de adobe que ha ido construyendo con esfuerzo propio en un terreno que fue heredado. Una de sus tres hijas le ayudo bastante en la construcción de su hogar, (ella trabaja en Tegucigalpa), la humilde casa está ubicada a la par de una quebrada, que en tiempos de verano está seca, pero en tiempos de lluvia está quebrada se vuelve una amenaza para las personas que habitan en su casa que son 5 personas, 2 de los cuales son sus nietos, su hija y su yerno.
Ella y sus familiares decidieron organizarse con el STAS debido a que no habían tenido la oportunidad de iniciar este proceso con otra organización, ya que hace muchos años han tenido el interés de luchar por sus derechos pero no habían podido, esto les ha traído duras amenazas de la patronal, donde les han llegado mensajes que para la próxima zafra no serán contratados ya que los “consideran revoltosos sindicalistas”.
Su principal preocupación es que ya está con la edad para ser jubilada, pero no cuenta con ese derecho ya que la empresa les ha negado todo el tiempo pertenecer al Seguro Social y de esta manera contar con el derecho de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) que brinda el estado.
93 compañeros y compañeras interpusieron demandas contra las empresas de Fyffes en Honduras este mes de Junio, ante los Juzgados de Paz de Choluteca, unos reclamando derechos adquiridos que por ley les corresponden (nunca han sido pagados a los trabajadores/as) y otros reclamando permanencia debido a la firma de más de un contrato durante el año.
En última instancia la compañera María Damas, exigió a Fyffes que solucionara estos problemas a los trabajadores/as, si se consideran una empresa seria.