Con Jorge, trabajador despedido por Chiquita
“¡Chiquita no tiene ética!”
El sábado 2 de marzo comenzó su jornada laboral a las 7 de la mañana. De inmediato se percató que varios contenedores no habían entrado a la terminal. Los que estaban, salían y no volvían.
“Comencé a sospechar que algo estaba sucediendo. Fui a hablar con mi jefe inmediato pero no tuve ninguna respuesta satisfactoria.
Con mis compañeros nos pusimos a hacer hipótesis, incluida la posibilidad de que la compañía se estuviese preparando para un cierre de las actividades.
A las 7 de la noche me fui para mi casa.
Estaba preocupado pero no quería pensar en lo peor, hasta que el siguiente día recibí el comunicado de Chiquita Brands. Lo leí en voz alta para que mi familia escuchara.
¡No podía creer lo que mis ojos estaban viendo! La empresa nos estaba despidiendo como si fuéramos objetos, como si no tuviéramos sentimientos, ni dignidad.
¿Cómo pudieron comunicarnos por WhatsApp que ya no teníamos empleo, ni éramos parte de la empresa? ¡Fue una falta de ética y de profesionalismo por parte de Chiquita!”
Jorge de inmediato acudió al sindicato, donde le confirmaron que el lunes temprano todos los trabajadores y trabajadoras se iban a reconcentrar frente a la terminal.
“Llegamos y todos los portones estaban cerrados con candados. Con el sindicato y la firma del convenio colectivo habíamos logrado muchos beneficios, inclusive en materia de educación, tanto para nosotros como para nuestras familias.
¿Qué vamos a hacer ahora? Tenemos que empezar de cero. En Limón hay mucho desempleo y si se encuentra algo se trata de labores precarias, con bajos salarios y malas condiciones de trabajo.
El gobierno no está haciendo nada y parece avalar este comportamiento de Chiquita.
Afortunadamente estamos organizados y, por medio del sindicato, vamos a luchar para que se nos reconozcan nuestros derechos.
Nos tiraron a las calles pero esto no va a quedar así”.