La salud es catalogada uno de los pilares en las necesidades básicas de la humanidad, por lo tanto los gobiernos son los encargados de vigilar que la población cuente con salud, también que las empresas tomen las medidas correspondientes para resguardar la salud de los trabajadores/as.
Aunque las empresas que alardean internacionalmente sobre responsabilidad social y ambiental no deberían ser vigiladas para que esto se cumpla, si no que por ética cumplir con la responsabilidad de darle salud a sus empleados/as empleadas, sin que sea necesario también acudir a sus certificaciones que en su mayoría son para maquillar dichas violaciones.
Las empresas de Fyffes en Honduras son de estas empresas, que exportan con certificaciones y el aval de la ETI (Iniciativa de Comercio Ético) sin cumplir ningún requisito de seguridad para los y las trabajadoras.
Además de que no se les entrega los implementos de protección, son obligados a digerir sus alimentos en las áreas de trabajo, sentados en las orillas donde está sembrado el melón; expresan los compañeros/as que a la hora de comer en estas áreas se siente el químico en el aire y que a las hora de comer lo digieren y que de esta manera ingresa directamente a su organismo a través de sus alimentos. Comentan que si bien es cierto durante varias horas durante la jornada el químico esta en el aire ellos se protegen con pañuelos y ropa, la nariz y la boca, lo que les hace ingerir menos cantidad del veneno, a la hora de almorzar es imposible no ingerirlo.
La empresa se ha negado y jamás ha tenido el interés de acondicionarles un lugar donde puedan alimentarse de una manera más segura y que no les da tiempo de ir a un sitio donde el químico no se sienta mucho.
Varios trabajadores y trabajadoras se han envenenado de distintas formas por la irresponsabilidad de la administración de estas empresas, ellos/as esperan que esto no les traiga efectos secundarios ya que no cuentan con la posibilidad de una atención medica y esto significaría ser separados del trabajo.
Los químicos que usan no son del conocimiento de los y las trabajadoras, que solamente el personal de confianza de las bodegas conoce bien el producto ya que según ellos la empresa lo mantiene como un secreto de estado.