A pesar de haber dejado atrás la época de las dictaduras militares, la desaparición de personas es delito que sigue registrándose en toda la región.
“¿Adónde van los desaparecidos?”, dice el coro un tema musical conocido en todo la región caribeña.
“¿Y por qué es que se desaparecen?/ Porque no todos somos iguales./ ¿Y cuándo vuelve el desaparecido?/ Cada vez que lo trae el pensamiento./ ¿Cómo se le habla al desaparecido?/ Con la emoción apretando por dentro”, canta el panameño Rubén Blades, autor del tema ‘Desapariciones’, grabado en 1984.
El cantautor escribió esa letra a menos de un año del fin de la dictadura militar argentina y cuando aún no se desmontaba el terrorífico Plan Cóndor, que produjo 30.000 desaparecidos, 50.000 asesinados y 400.000 personas encarceladas en operativos conjuntos aplicados por los militares de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y, esporádicamente, por los de Perú, Colombia, Venezuela y Ecuador; todos con el apoyo irrestricto de Estados Unidos.
Todavía en 2017, 33 años después, las desapariciones forzosas no son tema concluido en América Latina. Tampoco en el resto del mundo.
ONU condena
Con motivo del Día Internacional de las Victimas de Desapariciones Forzosas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó de “inadmisible que, en el 2017, se sigan produciendo desapariciones forzadas“.
La declaración conjunta, emitida por el Comité Contra las Desapariciones Forzadas de la ONU y el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, indica que ambas instancias reciben “todos los días“nuevos casos de personas que en todo el mundo “han sido sujetas a una desaparición forzada. Cuando esto sucede, la vida de familias enteras se rompe en pedazos, y la estructura de la sociedad se daña. Esto tiene que acabar”.
Un método
La desaparición, sostiene Naciones Unidas en su sitio web, “se ha convertido en un problema mundial, que no afecta únicamente a una región concreta. Las desapariciones forzadas, que en su día fueron principalmente producto de dictaduras militares, pueden perpetrarse hoy día en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión política de los oponentes“.
Los expertos de ONU precisan que en la actualidad se registran situaciones de “acoso” a defensores de los derechos humanos, a parientes de las víctimas, a testigos y abogados “que se ocupan de los casos de desaparición forzada”.
ONU además se preocupa por la “generalizada impunidad” en la práctica de ese atroz delito.
Colombia y Guatemala
En opinión de Christoph Harnisch, jefe de la delegación de la Cruz Roja Internacional de Colombia, “la desaparición de personas sigue siendo uno de los principales retos humanitarios” de ese país suramericano, dice un comunicado.
Según esa organización de socorro, “en los últimos 78 años, 117.422 personas fueron reportadas como desaparecidas“, lo que afecta de manera indirecta “a cerca de medio millón de colombianos (los desaparecidos y sus familias)”.
De este total, dice la Cruz Roja, “aún no se tiene ninguna noticia de 82.822 personas”, entre las cuales 63.686 son hombres y 19.136 son mujeres.
El sitio web de la Cruz Roja también da cuenta de “más de 45.000 personas” desaparecidas en Guatemala, a causa de la guerra civil de los años 80.
Argentina
Más al sur del continente americano, las desapariciones forzadas siguen siendo un tema de mucha sensibilidad para la sociedad argentina.
Los organismos de derechos humanos han sostenido, a lo largo de los años, que son 30.000 los desaparecidos durante la dictadura militar que azotó a ese país. Torturadores procesados por la justicia han asegurado que la cifra es menor, pero sin precisar ningún número.
No obstante, en tiempos de democracia siguieron registrándose desapariciones forzosas de personas.
Mucho más recientemente, Argentina fue impactada por el caso de Santiago Maldonado, un joven de 28 años desaparecido desde el 1 de agosto de este año, cuando la policía lo detuvo durante una manifestación en favor de los derechos humanos de los indígenas mapuche.
Otros países
Un recuento publicado por Telesur aporta otros datos sobre este fenómeno en la región.
Perú: Se calcula que más de 15.000 personas desaparecieronentre 1980 y 2000. Hasta el momento se han encontrado los restos pertenecientes a 3.200 cuerpos.
El Salvador: Entre 1980 y 1992, cerca de 5.000 personas fueron desaparecidas. Organizaciones de derechos humanos creen que la cifra real es de 10.000. Ningún caso ha sido resuelto por iniciativa estatal.
Chile: Al sumar los casos de detenidos desaparecidos, ejecutados, torturados y presos políticos y afectados por la dictadura de Augusto Pinochet, la cifra supera las 40.000 personas. De ellas, 3.065 fueron muertas o desaparecidas entre septiembre de 1973 y marzo de 1990.
México: Según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, 30.973 mexicanos están desaparecidos.
El caso más reciente es el de los 43 normalistas de Ayotzinapa, de los que aún no se tiene noticia sobre su paradero.
Venezuela
Venezuela tiene el triste privilegio de haber estrenado las desapariciones como forma de terrorismo de Estado.
Durante el gobierno de Raúl Leoni (1964-1969) se experimentó con la desaparición como aniquilamiento de la disidencia política.
Los registros históricos, recopilados en el libro ‘Expediente Negro’, escrito por el periodista José Vicente Rangel, ubican en 3.000 el número de venezolanos desaparecidos en los 40 años previos a la llegada de Hugo Chávez al poder político.
Más recientemente, y como un viraje institucional en el tratamiento de esta temática, el presidente Nicolás Maduro creó en abril de 2016 una Comisión por la Verdad y la Justicia, a la que exigió un elemento novedoso: el reconocimiento y la reparación de las víctimas de la violencia estatal registrada entre los años 1958 y 1998.
Otra comisión similar acaba de ser instalada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Alcedo Mora
Pero a pesar de ello, sigue siendo una incógnita la desaparición de Alcedo Mora, dirigente del Partido de la Revolución Venezolana (PRV-Ruptura), que en su tiempo fue considerado el aparato político del grupo guerrillero Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), activo en Venezuela en las década de los 60 y 70.
Según el diario Panorama, los familiares de Mora denunciaron su desaparición, el 27 de febrero de 2015, en el estado Mérida, a unos 665 kilómetros de Caracas.
Además, relataron al diario que en los días previos una camioneta negra, marca ‘Hilux’, pasó frente a su residencia, “y desde adentro le gritaron: ‘Mira, viejo, si sigues hablando paja te vamos a quebrar’ (matar)”. Ellos vinculan a funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) con este caso.
De las autoridades nacionales, solo Tarek William Saab, entonces Defensor del Pueblo y hoy Fiscal General, se reunió con los familiares de Alcedo Mora y exigió investigar el caso, que aún sigue sin resolverse.
Ernesto J. Navarro
FUENTE: https://actualidad.rt.com/actualidad/248627-america-latina-desapariciones-onu