Hay una fuerte crisis económica infundada por la subsidiaria de la Transnacional Fyffes, frutera de capital japones ya que le ha venido negando por varios años el empleo a trabajadores sindicalizados por el STAS en una clara represión antisindical, tomando en cuanta que los sectores no cuentan con muchas fuentes de empleo, quedan sin acceso a un salario para cubrir necesidades básicas como educación, atención médica y una alimentación completa.
Es realmente sorprendente que en pleno siglo XXI una transnacional con el prestigio que tiene Fyffes acompañe situaciones tan aberrantes de violaciones laborales y abusos a trabajadores/as, promocionado un falso desarrollo de comunidades y personas alrededor de sus empresas.
Por muy increíble que parezca a la comunidad internacional existen personas que tienen décadas laborando para Sol Group Marketing (Fyffes) en Honduras y no tienen acceso a una pensión y nunca a través de los años pudieron contar con atención medica por que las administraciones de estas empresas se negaron a pagar las cuotas de Seguro Social desobedeciendo lo que estipula el articulo catorce de la ley de Seguridad Social donde se ordena a las empresas que todo trabajador después de 5 días como máximo de laborar debe estar afiliado al sistema de salud del Seguro Social.
Las consecuencias de estas decisiones de las empresas son graves, inclusive irreparables ya que se tratan de daños a generaciones completas de familias que no han recibido ni el mínimo reconocimiento por las labores desempeñadas, es inhumano lo que se ha causado en estos sectores de poblaciones vulnerables que buscando un desarrollo se le ha dado explotación y miseria.
Una trabajadora expreso en su momento “estamos cansadas de vivir esta situación, queremos un cambio, por eso decidimos organizarnos con el STAS”. La forma más simbólica de reconocer el esfuerzo de los trabajadores/as es permitir la libertad sindical, pero aun así esto ha sido negado y como iniciativa de la empresa fueron creadas organizaciones que tienen el objetivo de usurpar la representación de los y las trabajadoras para intereses del patrono y de esta forma seguir el modelo de explotación que ha imperado siempre.
En la imagen aparece un joven llamado Ley Green Medina, un joven que junto a su madre fueron dejados sin empleo desde 2016 por haberse afiliado a la subseccional del STAS después de haber laborado por varios años en cada temporada.