BAMBEO. Los socios denuncian que los ingenios de Tambo no tiene caña suficiente para la producción. Importan azúcar de Colombia y Guatemala para mezclarla con lo poco que producen. Azúcares extranjeros carecen de registro sanitario. Administradores admiten importación pero legal.
Elízabeth Gamarra Pinto
Arequipa
El azúcar Chucarapi ha sido un insumo tradicional en las mesas de Arequipa y el sur del país. Fabricada en los ingenios del valle de Tambo, en la provincia de Islay, la marca adquirió un prestigio por la calidad de su materia prima: tallos de caña madura.
Sin embargo, por la versión de los socios minoritarios de la empresa que luchan por el control de la misma, esta azúcar es mezclada con otras importadas, algunas sin registro sanitario.
El presidente del Frente de Defensa de los Accionistas Fundadores de la Central Azucarera Chucarapi, Sixto Mamani Sumari, indicó que los sacos embolsados como Chucarapi son fusionados con azúcar importada de Colombia y Guatemala y cañas verdes del ingenio de Pampa Blanca, cuya producción bajó casi en 80%. Antaño habían sembrados hasta 1 200 hectáreas (ha) en cañaverales hoy apenas se cultiva 100 ha de las 800 disponibles.
La fábrica produce, en promedio 600 bolsas diarias.
Según los denunciantes, de éstas, 100 serían adulteradas donde el 30% es de la caña de azúcar local y el 70% importada. Mamani sostiene que la importación resulta un negocio redondo. Cada saco lo compran en el exterior a 49 soles y en el mercado se vende como azúcar Chucarapi a 130 soles.
Sin embargo, hay una situación que podría ser mucho más grave. El azúcar importada de Guatemala no cuenta con Registro Sanitario. Sólo cambian la bolsa de papel.
El registro certifica que el producto tiene inocuidad, es decir cuenta con todos los controles sanitarios y no generará daños a la salud de los consumidores. Además el azúcar importada debe tener el aval del Ministerio de Salud para que ingrese al mercado, indicó Zacarías Madariaga, un exfuncionario de Salud.
Un video grabado por los trabajadores muestra torres de sacos de azúcar importada, dentro de la fábrica.
“La caña verde no es dulce por la falta de sacarosa, por eso la están mezclando con otra azúcar, que llega en bolsas de plástico, material que no es adecuado para trasladar el producto, y no sabemos si puede atentar contra la salud de las personas, y lo están embolsando con la marca Chucarapi engañando a los compradores”, indicó el dirigente.
La caña de azúcar necesita hasta 18 meses para madurar, pero la están cosechando a los seis meses.
Los accionistas minoritarios, mediante su abogada Lisbeth Eizaguirre Frisancho, el pasado 13 de enero, impusieron una denuncia penal ante la Fiscalía provincial penal corporativa de Islay, por el supuesto delito flagrante contra la salud pública en las modalidades de contaminación o adulteración y producción o comercialización de alimentos. Piden la intervención de la fábrica y la detención de las personas responsables de dichos ilícitos. Hasta la fecha no tienen respuesta.
Asimismo, demandaron la intervención del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat), para saber de qué forma ingresó el azúcar al país; y de las autoridades de salud.
Mamani Sumari, señaló que aunque denunciaron la adulteración de azúcar en varios medios de comunicación, la fábrica sigue haciendo lo mismo.
El presidente del directorio de la azucarera Julio Guillén Oporto, dijo que la empresa importa azúcar cruda que no se puede consumir pero es parte del proceso productivo para elaborar el azúcar de Chucarapi, y pagan todos los impuestos de la importación.
“Es una mentira, los señores que hicieron la conferencia de prensa no tienen nada que ver con la empresa, el único accionista es el señor Mamani, sólo quieren hacer daño”, enfatizó Guillen
Defraudación tributaria
El dirigente Sixto Mamani Sumari, califica a Guillén Oporto de defraudador de impuestos.
El dirigente aseveró que cuando la Sunat auditó a la azucarera en 2008 descubrió que la empresa emitió facturas falsas para justificar gastos fantasma.
Deuda impagable
De otro lado, la Central Azucarera Chucarapi Pampa Blanca, debe más 130 millones de soles, a la SUNAT, por no pagar los derechos laborales de trabajadores, extrabajadores, y accionistas minoritarios, como EsSalud, ONP, AFP, CTS, entre otros.
Hasta 1998, la deuda era un poco más de 900 mil soles, al entrar el nuevo directorio tampoco la pagaron y pasó a cobranza coactiva.
“Es cierto la empresa tiene varios problemas y deudas, pero varios de ellos derivan de la gestión de ellos (socios minoritarios)”, refirió Julio Guillén ♣
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FUENTE: http://larepublica.pe/impresa/sociedad/735882-el-dulce-engano-del-azucar-chucarapi